La Aleya de Mubahalah (La Maldición Recíproca):

«Y a quien te discuta respecto a ella, después de haberte llegado el Conocimiento, diles: "¡Venid! Convoquemos a nuestros hijos y a los vuestros, a nuestras mujeres y a las vuestras; a nosotros mismos y a vosotros mismos; luego maldigámonos mutuamente para que la maldición de Dios caiga sobre los embusteros!»

(Corán; 3:61)

Hay un suceso histórico de eterna trascendencia, el cual fue narrado por historiadores y exegetas, y que le revela a la Ummah el carácter sagrado dispuesto por Allah sobre Ahlul Baitin Nab (la gente de la casa del Profeta), que son: 'Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husai (la paz sea con ellos). Así también define su posición en la comunidad y señala la grandeza de su valía y rango inigualables ante Allah, Glorificado Sea.

El suceso, según lo narrado por los historiadores, exegetas y expertos en tradiciones, es el de "Mubahalah", el cual ocurrió de la siguiente manera:

Una delegación de los cristianos de Nayrán llegó para argumentar y debatir con el Mensajero de Allah (PBd), entonces Allah, Glorificado Sea, le ordenó a través de esta bendita aleya que llamara a 'Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain, y saliera con ellos hacia el valle e invocara a los cristianos instándolos a que llamaran a sus hijos y a sus esposas y salieran con ellos para que suplicaran a Allah que hiciera descender el castigo divino sobre los mentirosos.

Dice Az-Zamajshari en "Al-Kashshaf":

"Cuando él (PBd) los invocó a la Mubahalah, dijeron: 'Espera hasta que volvamos y deliberemos'. Cuando estuvieron a solas le dijeron al Aqui (el lugarteniente que tomaba las decisiones): '¡Oh, Abdul Masih!.¿Qué opinas?'. A lo que respondió: '¡Oh, asamblea de cristianos!.¡Por Allah! que ciertamente sabéis que Muhammad es un Profeta enviado, pues eso es un asunto que os ha llegado con detalle de parte de vuestro Señor. ¡Por Allah! que nunca un pueblo se ha atrevido a hacer una Mubahalah con un Profeta y su pueblo continuó viviendo y sus niños creciendo. Si llegáis ha hacer eso, en verdad que seríamos aniquilados, y si os rehusáis, sólo os quedaría inclinaros a vuestra religión y manteneros en lo que tenéis. ¡Despedíos del hombre y volved a vuestras comarcas!'.

Al otro día se presentó el Mensajero de Allah (PBd), abrazando a Al-Husain (P), llevando a Al-Hasan (P) de la mano, mientras Fatima (P) caminaba junto a él y 'Ali (P) junto a ella. Dijo el Profeta (PBd): 'Cuando yo suplique, decid: Amén'.

Entonces dijeron los nobles de Nayran: '¡Oh, comunidad de cristianos!. Por cierto que estoy viendo rostros los cuales, si Allah quisiera por medio de ellos quitar las montañas de sus lugares, lo haría. Si realizáis la Mubahalah, seréis aniquilados, y no quedaría sobre la faz de la tierra ningún cristiano, hasta el día de la resurrección'.

Dijeron: '¡Oh, Abul Qasim!. Preferimos no hacer la Mubahalah contigo y reconocer tu religión, afianzándonos en la nuestra'.

Dijo (PBd): 'Si os rehusáis a hacer la Mubahalah, entonces convertíos al Islam. Tendríais los mismos derechos de los musulmanes y las mismas obligaciones'.

Ellos rehusaron, por lo cual dijo el Profeta (PBd): 'Entonces tendré que combatir contra vosotros'. Dijeron: 'No tenemos la fuerza suficiente para entrar en guerra con los árabes, pero haremos un acuerdo de paz contigo basado en que no nos ataques, ni nos amedrentes, ni nos hagas renegar de nuestra religión, a cambio de que cumplamos en darte todos los años dos mil cabezas de ganado, mil en Safar, mil en Rayab y treinta armaduras de hierro'.

El Profeta aceptó ese pacto y dijo: 'Juro por Quien mi vida está en Sus manos que el exterminio se había acercado a la gente de Nayran, y si hubieran aceptado la Mubahalah, se hubieran convertido en monos y cerdos, el valle como un gran fuego los hubiera consumido y Allah hubiera aniquilado a Nayran junto a toda la comarca, incluso a los pájaros en las copas de los árboles. Lo mismo le hubiera ocurrido a la totalidad de los cristianos, hasta ser eliminados'".

Luego Az-Zamajshari prosigue con sus palabras, haciendo una exégesis de la aleya de Mubahalah y de la posición de Ahlul Bait (P), después de atestiguar la grandeza de su situación espiritual, mediante el Hadiz de Aisha. Continúa diciendo:

"(En la aleya) son mencionados antes que (el párrafo que dice) "anfusana" (a nosotros mismos), para hacer notar lo digno de su posición y lo cercano de su situación respecto a Allah, para que se sepa que ellos tienen preferencia ante el "anfus" (el sí mismo que aquí representa al Profeta) y están mezclados con él".

Este es uno de los más fuertes indicios sobre las virtudes de la gente del Kisá (manto) y un claro argumento sobre la veracidad de la profecía de nuestro Profeta (PBd), ya que absolutamente nadie, ni opositor ni partidario, narra o afirma que los cristianos hayan respondido afirmativamente a la Mubahalah.

El Corán desafía por medio de Ahlul Bait a los enemigos del Islam, declara a sus enemigos mentirosos y los expone a la maldición y al castigo divino. «...y dispondremos la maldición de Allah sobre los mentirosos».

Si no fuera por la garantía de fortaleza y veracidad de lo que se origina de ellos, Allah no les habría concedido tal nobleza, ni tampoco el Corán hubiera mencionado algo al respecto.

Al Fajru Ar-Razi ha registrado en su "Tafsir Al-Kabir", la misma narración que Az-Zamajshari relató en forma completa.

Los dos Tafsires concuerdan completamente en este tema, sólo que Al-Fajru Ar-Razi, luego de citar lo mismo que Az-Zamajshari, añade a sus palabras lo siguiente:

"...y debes saber que existe unanimidad entre los sabios del Tafsir y del Hadiz respecto a lo correcto de esta narración".

El desaparecido sabio Tabatabai dice que aquellos a los que se refiere esta aleya, por medio de quienes Allah reta a sus enemigos a una maldición recíproca, son: el Mensajero de Allah (PBd), 'Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain (que la paz sea con ellos). Textualmente dice:

"Los sabios del Hadiz son unánimes al transmitirla y aceptarla de pleno acuerdo. Asimismo la han afianzado los autores de enciclopedias en sus obras, entre ellos Muslim en su Sahih y At-Tirmidhi en el suyo, y confirmado por los historiadores. También los exegetas concuerdan en mencionarla y registrarla en sus Tafsires sin objetarla ni desconfiar de ella, muchos de los cuales también eran especialistas en Hadices e historiadores, como At-Tabarí, Abul Fidá, Ibn Kazir, As-Suiutí y otros".

De esa forma los exegetas del Corán son unánimes al determinar quiénes son Ahlul Bait (P) y que es obligación amarlos, a la vez que confirman su rango y posición en la Ummah.

En las dos aleyas anteriores, el Corán afirma el atributo de purificación que posee Ahlul Bait (P), o sea: 'Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain. En esta bendita aleya, Allah y su Mensajero invocan mediante ellos a sus enemigos a una Mubahalah o mutua maldición, reconociéndose así su majestuoso rango y sagrada posición.

Si ellos no tuvieran un carácter sagrado ante Allah, Glorificado Sea, Su Mensajero (PBd) no hubiera hecho tal exhortación, saliendo él mismo junto a estas puras estrellas, como lo son Ahlul Bait (P), para desafiar a los enemigos de Allah con la Mubahalah para que descienda un castigo, con la garantía de respuesta a esta súplica.

En la aleya hay sutilezas idiomáticas en las cuales es necesario detenerse, como por ejemplo la forma en que las personas a las que se refiere ('Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain), están añadidos a la persona del Mensajero de Allah (PBd), ya que el pronombre posesivo se refiere a él: "abna'una" (nuestros hijos), "nisa'una" (nuestras mujeres) y "anfusana" (nosotros mismos).

Si no se hubiera materializado el suceso, y el Mensajero de Allah (PBd) no hubiera salido junto a Ahlul Bait para realizar la Mubahalah, de acuerdo al sentido, se hubiera generalizado y con la palabra "nisa'una" (nuestras mujeres), se hubiera considerado a las mujeres del Profeta (PBd), con "abna'una" (nuestro hijos), a Fatima (P) y a sus demás hijos, y con "anfusana" (nosotros mismos), a su sagrada persona únicamente.

Al salir el Mensajero de Allah (PBd) con nadie más que estos cuatro, nos estaba esclareciendo el significado de la aleya, que es: que la mejor de las mujeres de la comunidad y su modelo, es Fatima (P), que los mejores de entre los hijos de los musulmanes son Al-Hasan y Al-Husai (con ellos sea la paz), a quienes el Corán nombra como hijos del Mensajero de Allah (PBd).