La Aleya de As-Salah (La Bendición):

«Por cierto que Allah y sus ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! ¡Bendecidle y saludadle reverentemente!»

(Corán; 33:56)

En las aleyas anteriores, el Corán mencionaba la pureza de Ahlul Bait, la obligattoriedad de amarlos y que ellos son la familia y gente de la casa del Profeta (PBd). Hemos visto como los exegetas coránicos determinaron sus personas con sus nombres. Así vimos que el "al (familia) al que las aleyas se refieren son: 'Ali, Fatima, Al-Hasan y Al-Husain.

En la presente aleya hay un precepto obligatorio que es el de la bendición al Profeta (PBd) y a su distinguida famili (P). Asimismo encontramos una distinción exclusiva para ellos y un engrandecimiento de su posición y nobleza, para hacerle saber de esa forma a la Ummah su preponderante situación en su vida y en su mensaje.

Al Fajru Ar-Razi ha registrado en su "Tafsir Al-Kabir", la explicación dada por el Mensajero de Allah (PBd) respecto a esta bendita aleya. Dice:

"Le preguntaron al Profeta (PBd): '¿Como te bendecimos?, ¡Oh, Mensajero de Allah!'. Respondió: 'Decid: ¡Dios mío! Bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, así como bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim. ¡Ciertamente que Tú eres Loable y Glorioso!'".

Antes de citar esta última narración, expone el Tafsir de la aleya, luego dice:

"Esta es una de las razones para la escuela Shafi'i de que la forma imperativa de un verbo implica su obligación como norma islámica, y que es por eso que es obligatorio bendecir al Profeta (PBd), aunque si bien no es obligatorio hacerlo fuera del Tashahud (testimonio de la oración), lo es dentro de él".

Luego Ar-Razi continúa diciendo:

"Teniendo en cuenta que Allah y sus ángeles lo bendicen, entonces, ¿Qué necesidad tiene de nuestras bendiciones?. A esto se responde que: las bendiciones que se le proclaman no son porque él las necesite, ni siquiera tiene necesidad de las bendiciones de los ángeles teniendo las de Allah, sino que son para que nosotros manifestemos su grandeza, como misericordia para con nosotros mismos, al ser recompensados por ello. Es por eso que el mismo Profeta (PBd) dijo: "A quien me bendice una vez, Allah le bendice diez veces".

En "Ad-Durrul Manzur" de As-Suiutí., dice:

"Narraron Abur Razzaq, Ibn Abi Shaibah, Ahmad Ibn Hanbal, Abd Ibn Hámid, Al-Bujari, Muslim, Abu Dawud, At-Tirmidhi, An Nisaí, Ibn Maya e Ibn Mardwiah, todos de Ka'b Ibn Uyrah que dijo: Dijo un hombre: '¡Oh, Mensajero de Allah! En cuanto a como saludarte... eso lo hemos aprendido, pero ¿cómo hacemos para bendecirte?'. Respondi (PBd): 'Di: Dios mío, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, así como bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim. Ciertamente que Tú eres Loable y Glorioso'".

Aparte de esta narración, hay dieciocho Hadices más que indican la inclusión de la familia del Profeta (PBd) junto a él en la bendición, los cuales fueron narrados por autores de Sunan (colecciones de Hadices) y enciclopedias, a través de un gran número de compañeros del Profeta (PBd). Entre ellos: Ibn Abbas, Talhah, Abu Sa'id Al-Jidri, Abu Hurairah, Abu Mas'ud Al-Ansari, Buraidah, Ibn Mas'ud, Ka'b Ibn Umrah, y 'Ali (P).

En el mismo libro dice:

"Narraron Ahmad y At-Tirmidhi de Al-Hasan Ibn 'Ali (P), que el Mensajero de Allah (PBd) dijo: 'Avaro es aquel ante quien soy mencionado, y no me bendice'".

Es así como los sabios y eruditos dictaminan la obligatoriedad de bendecir a Muhammad (PBd) y a su familia, en el Tashahud (testimonio) de la oración y la obligación de incluir a la familia de Muhammad (PBd) en la bendición.

El que reflexiona en esta aleya, se da cuenta del claro propósito de este precepto y de su condición de obligatorio. Esto es un engrandecimiento de la familia de Muhammad (PBd), de quienes Allah alejó la impureza y purificó de sobremanera, para que así la Ummah los imite, marche sobre su sendero y tema estar en discordia y discrepancia con ellos.

Aquellos, a quienes si no se bendicen en la oración ésta no es válida, son los Imames de la Ummah y el referencial a quienes está garantizado imitar.

Si no fuera por la firmeza y la garantía de fortaleza e integridad de lo que de ellos se origina, Allah no hubiera ordenado a los musulmanes de todas las épocas que se les aferren y los bendigan en cada una de sus oraciones, ya que esta repetitiva bendición a Muhammad (PBd) y a su familia (cuya obligatoriedad en el rezo está enfatizada) implica que los musulmanes presten atención en cada oración a la importancia de Ahlul Bait (P), su posición, su imitación, a marchar sobre su senda y a aferrarse a su trayectoria.